Este método esta basado en el método de Gautama el Buddha. Es para practicar consciencia observando la respiración – Vipassana significa atestiguar. Se podría llamar „la meditación esencial“ ya
que Buddha dejó de lado todo y lo único que permanece es la parte esencial de la meditación: la observación. Esta meditación en el formato Osho, es de una hora dividida en dos fases. En los
primeros 45 minutos el participante, sentado cómodamente, acepta y vigila todo lo que sucede en su interior asistiéndose de su respiración natural. Durante los últimos 15 minutos se camina
lentamente siendo consciente de cada movimiento de los pies sintiendo como tocan el suelo.
Esta meditación dura una hora y tiene dos fases. Estarás sentado durante 45 minutos seguidos por 15 minutos de caminar lentamente. Puedes decidir si quieres continuar sentado por la hora
entera.
Primera fase: 45 minutos
Encuentra una postura confortable que te permita mantenerte sentado. Esta bien cambiar de posición si lo necesitas, moviéndote lenta y conscientemente. Mientras estés sentado los ojos permanecen
cerrados.
La esencia de Vipassana es observar y aceptar lo que surja. Estando sentado, el objetivo primario es observar las subidas y bajadas del vientre, ligeramente por encima del ombligo, causadas por
la respiración natural. No es una técnica de concentración; por tanto, mientras observas tu respiración, muchas otras cosas apartarán tu atención. En Vipassana, nada es una distracción, se
incluye todo ya sean pensamientos, sentimientos, juicios, sensaciones corporales e impresiones del mundo exterior. Observa todo lo que surge y gentilmente regresa a la respiración cuando te sea
posible. Recuerda que es el proceso de observar es lo que es significativo, no lo que estás observando.
Primera fase: 15 minutos
El objetivo principal de la observación es la sensación de los pies tocando el suelo mientras caminas. Tu atención se podrá concentrar en otras cosas. Toma nota de lo que acaparó tu
atención y cuando te sea posible regresa gentilmente a los pies tocando el suelo.
Mantén los ojos bajos mirando unos cuantos pasos adelante. Es un caminar lento y natural, más o menos la mitad de tu velocidad normal.