Esta meditación activa dura una hora y tiene 3 etapas. La primera es un juego de movimientos específicos creados por Gurdjieff que van coordinados con la respiración. La segunda es una técnica sufí de danzar girando y la tercera es yacer en el suelo para integrar las energías. Es una buena preparación para aprender a girar como los místicos sufíes.
Primera fase: 30 minutos
Se danza continuamente en una secuencia de seis movimientos. Con tus ojos abiertos empieza por situarte en algún lugar y pon la mano izquierda sobre el corazón y la mano derecha sobre el hara.
Permanece inmóvil por breves momentos, escuchando simplemente la música a fin de centrarte. Esta fase de la meditación empieza lentamente y aumenta en intensidad.
Si estás haciéndola con otros, es posible que pierdas el sincronismo con los otros y pienses que has cometido un error. Cuando esto suceda, detente simplemente, mira en dónde se encuentran los
demás y luego vuelve a tomar el ritmo y tiempo de los demás.
Cuando suene la campana, empieza la secuencia que se describe más abajo. Los movimientos vienen siempre del centro o hara, y la música se usa para mantener el ritmo. Las caderas y los ojos siguen
la dirección de los movimientos de la mano. Haz los movimientos con gracia, en un flujo continuo. Se emiten sonidos audibles "shúu" desde la garganta, en sincronismo con los sonidos de la
grabación. Repite la secuencia de seis movimientos continuamente durante treinta minutos.
La secuencia:
1. Une las manos con las palmas hacia fuera y dirigidas hacia abajo, sobre el hara, inspirando a través de la nariz, y coloca las manos a la altura del corazón y llénalas de amor. Al expirar
emite el sonido "shúu" desde la garganta y envía amor al mundo. Al mismo tiempo mueve el brazo derecho (con los dedos extendidos, palmas hacia abajo) y el pie derecho hacia delante, y coloca la
mano derecha sobre el hara. Vuelve a la posición original con las dos manos sobre el hara.
2. Repite este movimiento con el brazo y pie izquierdos. Vuelve a la posición original con las dos manos sobre el hara.
3. Repite este movimiento con el brazo y pie derechos, dando un giro hacia la derecha. Regresa a la posición original con las dos manos sobre el hara.
4. Repite este movimiento con el brazo y pie izquierdos, dando un giro hacia la izquierda. Regresa a la posición original con las dos manos sobre el hara.
5. Repite el movimiento del brazo y pie derechos, dando un giro directamente hacia atrás por el lado derecho. Regresa a la posición original con las dos manos sobre el hara.
6. Repite este movimiento, con el brazo y pie izquierdos, dando un giro directamente hacia atrás por el lado izquierdo. Regresa a la posición original con las dos manos sobre el hara.
Segunda fase: 15 minutos
Comienza poniendo el dedo gordo del pie derecho sobre el dedo gordo del pie izquierdo. Cruza tus manos sobre el pecho y date un abrazo. Siente amor por ti mismo. Cuando comience la música,
inclínate hacia adelante. Cuando cambie el tempo, empieza a dar giros, bien sea a la derecha o a la izquierda, según lo sientas mejor para ti. Si giras hacia la derecha, pon el pie derecho y el
brazo derecho hacia la derecha y el brazo izquierdo en dirección opuesta. A medida que empieces a girar puedes cambiar las manos a cualquier posición que te resulte agradable.
Si no has girado anteriormente, entonces empieza muy, muy lentamente, y una vez que tu cuerpo y mente se acostumbren al movimiento, el cuerpo se moverá naturalmente más rápido. No te esfuerces
por ir muy rápido prematuramente. Si sientes que te mareas o te parece que no lo puedes aguantar, es adecuado que te detengas y permanezcas de pie o sentado. Para terminar los giros, disminuye el
ritmo y cruza los brazos sobre el pecho y el corazón.
Tercera fase: 15 minutos
Acuéstate sobre el vientre con los ojos cerrados. Conserva las piernas abiertas, no las cruces, a fin de permitir que toda la energía que has acumulado fluya a través de ti. No hay nada que hacer
excepto estar contigo mismo. Si no resulta cómodo yacer sobre el vientre, acuéstate de espaldas. Un gong indicará el final de la meditación.