Esta meditación „hermana“ de la Meditación Dinámica OSHO se practica mejor en la tarde cuando se oculta el sol o al anochecer. El entregarse completamente al danzar y al sacudirse de las dos primeras etapas ayuda a disolver la parte rígida del ser, donde quiera que el flujo de energía ha sido reprimido y bloqueado. Entonces esa energía puede fluir, danzar y ser transformada en dicha y gozo. Las últimas dos etapas permiten que toda esta energía fluya verticalmente, que se mueva hacia arriba al silencio. Es una forma tremendamente efectiva de soltarse y desconectarse al terminar el día.
La meditación dura una hora y consta de cuatro etapas, cada una de 15 minutos. Las tres primeras fases van acompañadas de música, en la última solo hay silencio.
Primera Etapa: 15 minutos
Suéltate y permite que todo tu cuerpo se sacuda, sintiendo cómo suben las energías hacia arriba desde tus pies. Suéltate completamente y conviértete en la sacudida. Tus ojos pueden estar abiertos
o cerrados.
Segunda Etapa: 15 minutos
Baila, tal como lo sientas, permitiendo que todo el cuerpo se mueva como desee. Otra vez, los ojos pueden estar abiertos o cerrados
Tercera Etapa: 15 minutos
Cierra tus ojos y permanece inmóvil, sentado o de pie, observando, siendo testigo de todo lo que está sucediendo interior y exteriormente.
Cuarta Etapa: 15 minutos
Manteniendo tus ojos cerrados, estírate en el suelo boca arriba y permanece inmóvil.
„Si estás haciendo la meditación Kundalini, permite que se dé el sacudirse; ¡no lo produzcas! Permanece de pie en silencio, siente su llegada, y cuando tu cuerpo empiece a temblar un poquito,
ayúdalo, ¡pero no lo produzcas!. Disfruta con ello, siente la dicha que trae, permítelo, recíbelo, dale la bienvenida, pero no lo fuerces.
Si lo fuerzas se volverá un ejercicio, un ejercicio corporal físico. Entonces el sacudirse se dará, pero sólo en la superficie. No te penetrará. Permanecerás sólido, como una piedra, como una
roca, interiormente. Seguirás siendo el manipulador, el hacedor, y el cuerpo solamente te seguirá. El cuerpo no es lo que importa, tú eres lo que importa.
Cuando digo sacúdete, me refiero a tu solidez; tu ser como una piedra tendría que sacudirse hasta sus mismos cimientos para que se vuelva líquido, fluido, para que se disuelva, fluya. Y, cuando
el ser como una piedra se vuelve líquido, tu cuerpo le seguirá. Entonces no hay quien se sacuda, sólo un sacudirse; entonces nadie lo hace, simplemente se está produciendo. Entonces no hay
hacedor.
Disfrútalo, pero no lo fuerces. Y recuerda, cuando tú haces fuerza en una cosa no puedes disfrutar de ella. Son cosas opuestas, contrarias; nunca se encuentran. Si te esfuerzas en una cosa no
puedes disfrutar de ella; si tú disfrutas con ella no puedes forzarla“.
Osho